El propósito de escribir este libro surgió espontáneamente al considerar la 
    cálida y entusiasta respuesta de un gran número de lectores a los artículos 
    que bajo el lema común de "LAS LUCES DE MI ASHRAMA" eran publicados 
    regularmente en la revista "CONOCIMIENTO" de Buenos Aires.
    
    Este libro contiene en esencia y como base de su estructuración todos 
    aquellos artículos más otros inéditos, que, a nuestra consideración, debían 
    servir como puente o línea de engarce dentro de la singularidad de los 
    diversos temas tratados. Ellos son en general un verdadero esfuerzo o 
    intento acuariano de presentar la vida espiritual con su conjunto de 
    Misterios como algo realmente actual y asequible, por tanto, a todos los 
    hombres y mujeres de buena voluntad y sincero propósito interno que anhelan 
    resolver definitivamente dentro de su corazón la eterna pregunta que se han 
    formulado todos los seres humanos inteligentes a través de las edades: 
    ¿QUIÉN SOY?, ¿DE DONDE VENGO?, ¿A DÓNDE VOY? ...
    
    Estamos persuadidos de que en algunas de las páginas de este libro hallarán 
    algunos de los lectores la respuesta precisa y adecuada a una interminable 
    secuela de interrogantes. En tal caso el mérito no será nuestro al haber 
    escrito tales cosas, sino al propósito claramente definido de los propios 
    lectores que a través de sus profundas y sostenidas preguntas evocaron en 
    nosotros la correspondiente y adecuada respuesta.
    
    Este libro no es pues ni puede considerarse una obra individual, sino que 
    pertenece al sentimiento colectivo e innato de la raza humana de unirse 
    conscientemente a Dios y de resolver el misterio infinito de su vida 
    espiritual.
    
    Al hacer reiteradamente referencia en este libro a los términos MAESTRO, 
    DISCÍPULO y ASHRAMA, aparentemente enlazados a anteriores etapas místicas de 
    la humanidad, no hacemos sino atenernos a un propósito espiritual vigente y 
    de la más objetiva actualidad. Hoy, dentro de la profusión, a veces 
    desbordante, de avances técnicos y de descubrimientos científicos, estos 
    términos continúan siendo actuales, así como los sistemas de entrenamiento 
    espiritual que continúan invariablemente conectados al supremo espíritu de 
    donación que a través de las edades ha llevado a muchos seres humanos “de la 
    oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real y de la muerte a la 
    inmortalidad”.
    
    El lema del discípulo, y es discípulo todo aquel que intenta sinceramente 
    resolver el misterio de la vida, de adquirir conocimiento y comprensión y 
    compartir “los tesoros adquiridos” con los demás, es y será siempre, 
    “CÚMPLASE SEÑOR EN MÍ TU SANTA VOLUNTAD”. Esta devota sumisión a la Voluntad 
    superior, que entraña el más potente de los dinamismos, la hallarán Uds. 
    implícitamente y en multitud de aspectos en las páginas de este libro, 
    singularmente cuando nos referimos al contacto del alma humana con el ÁNGEL 
    SOLAR, aquel Glorioso Ser con el Cual estamos espiritualmente vinculados 
    desde el principio de los tiempos...
    
    Debo hacer constar también aquí mi profundo agradecimiento a SURYA CHANDRA 
    quien cuidó de sintetizar todos los artículos escritos en la revista 
    “CONOCIMIENTO” y que con clara visión, exquisita devoción y profunda 
    paciencia fue seleccionando los artículos y sugiriéndome la realización de 
    otros que sirvieran como elementos de enlace con aquellos que por su 
    complejidad parecían desconectados del resto del libro.
    
    Que el contenido del mismo les sea útil y pueda servirles de inspiración en 
    el intento supremo de sus respectivas búsquedas espirituales, es nuestra más 
    humilde y sincera plegaria.
    
    VICENTE BELTRAN ANGLADA
    Barcelona, Septiembre de 1972.
    
    PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
    Al releer “LA JERARQUÍA, LOS ÁNGELES SOLARES Y LA HUMANIDAD” 
    con vistas a su segunda edición, he sido consciente de lo mucho que puede 
    ser dicho todavía acerca de cada uno de los temas expuestos, singularmente 
    en lo que a la vida de relación del ASHRAMA se refiere y a la evolución 
    interna de sus miembros constituyentes. Dicha evolución, expresando 
    capacidades de percepción mental y aptitudes para el servicio creador, así 
    como una iniciación progresiva en los Misterios sagrados de la Divinidad, 
    fundamento esencial de la vida de cualquier ASHRAMA de la Jerarquía, motiva 
    la polarización primero y posteriormente el ingreso en otro ASHRAMA de 
    evolución superior dentro de la línea del propio RAYO. Otros miembros 
    “siguiendo los impulsos de su Espíritu”, acceden progresivamente a ASHRAMAS 
    del primer RAYO y aprenden a canalizar ciertas energías monádicas para fines 
    de servicio dentro de la Jerarquía, con lo cual no hacen sino pulsar Notas 
    distintas de la Gran Sinfonía Planetaria. En realidad, todos los ASHRAMAS de 
    la Jerarquía, a través de sus respectivos MAESTROS, están acercándose 
    progresivamente a “la Cámara Secreta de SHAMBALLA”, lo cual implica el 
    acercamiento a aquel destino inevitable de perfección que sólo el Gran 
    Regente del Mundo, SANAT KUMARA, conoce en sus más íntimas y misteriosas 
    profundidades.
    
    Estas ideas, antaño secretos iniciáticos y por tanto prácticamente 
    inaccesibles para la inmensa mayoría de la humanidad, chocarán quizás con la 
    mente objetiva de muchos de los sinceros aspirantes espirituales del mundo 
    moderno que consideran que “lo más prudente sería guardar silencio con 
    respecto al Misterio de SHAMBALLA”. Yo, por el contrario, opino que el 
    momento presente es propicio para revelar estas cosas del Espíritu y que ha 
    llegado el momento en que, tal como anunciara CRISTO, “las cosas del Reino 
    de Dios debe ser publicadas a viva voz por las calles y plazas públicas”.
    
    La polarización y tendencia de ciertos miembros de un ASHRAMA a otro de 
    evolución superior constituye un hecho natural y corriente, aunque pueden a 
    veces transcurrir largos períodos de tiempo y sucederse muchas vidas dentro 
    del mismo ASHRAMA, contribuyendo a la expansión en el mundo de las enseñanza 
    del MAESTRO. Pero, hay que señalar también el hecho de que el MAESTRO 
    evoluciona también dentro de la línea del propio RAYO siendo cada vez más 
    consciente de las energías del Logos Planetario que infunde Su Vida a aquel 
    RAYO, de manera que un ASHRAMA cualquiera de la Jerarquía es “un centro de 
    radiación magnética” en el que inciden “en cualquier momento del tiempo” una 
    gran variedad de energías de carácter universal. En lo que a nuestro ASHRAMA 
    se refiere citaré las más importantes: las que provienen directamente del 
    Logos planetario de nuestra Tierra por medio de Su expresión física SANAT 
    KUMARA, las del Logos Planetario del Rayo específico al cual pertenece el 
    Maestro (en el caso específico de nuestro ASHRAMA de segundo RAYO estas 
    energías proceden del Logos planetario de Júpiter), las de CRISTO, el Avatar 
    del Amor en nuestro planeta, Cabeza visible de la Jerarquía planetaria y 
    transmisor directo de las energías de Segundo RAYO del propio LOGOS SOLAR y 
    las energías espirituales que provienen del gran ASHRAMA del Maestro KUT 
    HOOMI, (KH. en abreviación esotérica), así como las energías que se 
    exteriorizan y entre funden por efecto de los contactos específicos entre 
    los distintos ASHRAMAS de la Jerarquía dentro de la séptuple variedad de 
    RAYOS expresivos, constituyéndose así polarizaciones y conjunciones 
    magnéticas cada vez más íntimas y profundas de energía solar, eléctrica y 
    espiritual. Hay que referirse también a la aportación por humilde que 
    aparezca ante la visión cósmica aunque muy preciosa desde el punto de vista 
    de las consecuencias humanas, de todos y cada uno de los miembros del 
    ASHRAMA expresando iniciativas variadas y particulares campos de servicio, 
    siendo cada cual un vehículo del Maestro en ciertas obras definidas de 
    carácter benéfico, instructivo y social. Así, la vida interna de un ASHRAMA 
    a través de siete definidos círculos concéntricos de energía, representando 
    estados de conciencia evolutivos dentro del ASHRAMA, se extiende desde el 
    Centro más profundo, el Corazón del MAESTRO, hasta la periferia del séptimo 
    de los círculos concéntricos de expansión ashrámica, llegando así a las 
    mentes y corazones de un incalculable número de seres humanos.
    
    Naturalmente, no pretendo reescribir “LA JERARQUÍA, LOS ÁNGELES SOLARES Y LA 
    HUMANIDAD” dotándole de más profunda potencialidad analítica. Estoy seguro 
    que los lectores serán conscientes de que la evolución, expresándose como 
    renovación de características humanas, nos va haciendo a todos cada vez más 
    profundamente observadores, analíticos e intuitivos. Podemos decir así que 
    “...lo escrito, escrito está, pero la mente continua proyectándose hacia 
    delante”. Tengamos en cuenta también que el mayor de los Misterios, el que 
    verdaderamente revela la elevación o exaltación espiritual de cualquier alma 
    humana es el sentimiento de humildad y el reconocimiento sincero de que 
    nuestra obra siempre puede ser mejorada por grande que aparezca ante 
    nuestros ojos o ante los de los demás. Todos tenemos ante nosotros una meta 
    familiar y social de carácter inmediato y otra espiritual de Lejanísima 
    perspectiva que se hunde en las profundidades del Misterio... Unos se 
    pierden en la sed imperiosa de lo inmediato, de lo personal, otros viven más 
    profundamente advertidos de aquella Meta lejana de insondable perspectiva, 
    que si bien les priva del gozo efímero de lo inmediato les dota sin embargo 
    de la visión de lo eterno y de la audición del más lejano grito clamando por 
    comprensión humana y por misericordia social...
    
    Creo, sinceramente, que “LA JERARQUÍA, LOS ÁNGELES SOLARES Y LA HUMANIDAD” 
    ofrece simultáneamente estas dos definidas vertientes, la inmediata y la 
    lejana, y que es debido quizás a este hecho que el libro haya obtenido una 
    muy notable difusión. En todo caso, y aún haciendo énfasis a la cualidad 
    esotérica de los textos, puedo afirmar que las ideas contenidas en ellos 
    penetran profundamente el corazón de los lectores sin menoscabo alguno de su 
    integridad mental. Tal es la regla esotérica, bellamente expresada en el 
    conocido axioma: “La verdad convence sin atar y atrae aún sin convencer”. El 
    convencimiento viene progresivamente a medida que el aspirante, lleno de 
    sinceridad y buena intención va hollando el Sendero y perfilando en su 
    interior aquel destino de luz para el cual fue programado por la Divinidad. 
    El relato de ciertas experiencias espirituales en el devenir de mi vida 
    personal y su correspondencia aclaración desde un ángulo esotérico ofrecen 
    también una garantía de comprensión y de consiguiente asimilación por parte 
    de los lectores cualquiera que sea su formación espiritual o intelectual.
    
    Reitero finalmente mi agradecimiento a todos cuantos contribuyeron a la 
    preparación, edición y expansión de este libro el cual, por su carácter 
    específico y tal como afirmé en el prefacio de su primera edición, no es la 
    obra de una individualidad determinada, sino que fueron muchos los que 
    cooperaron en el mismo con particular devoción, con el mejor de sus 
    esfuerzos y con el permanente estímulo de su oración constante…
    
    Vicente Beltrán Anglada
    Barcelona, Enero de 1976