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 PARTE SEGUNDA
 
 VINCULACION ESPIRITUAL DE ÁNGELES Y HOMBRES
 
 7. LA CEREMONIA DE LA INICIACION
 
                  campanas
ajustando su forma a la de la laringe humana, la única en la Naturaleza que 
puede pronunciar correctamente el Mántran solar. Así las ceremonias de casi 
todas las religiones tratando de reproducir ritos solares utilizan la campana 
como elemento de contacto con determinadas jerarquías angélicas capaces de 
responder a estos místicos sonidos. Las grandes campanas situadas en lo alto de 
las iglesias, templos o pagodas, más que instrumentos sonoros para llamar a los 
fieles a la oración, aunque en este sentido cumplen un especial cometido, son 
instrumentos mágicos de invocación de los Ángeles. De esta forma se precipitan 
alrededor de los templos y lugares de ceremonias grandes concentraciones de 
energía dévica que les prestan a los mismos este aire de solemnidad y de serena 
majestad.Cuando en los tratados esotéricos se hace referencia a la Iniciación se 
habla también de ciertas ceremonias o de ciertos rituales mágicos como formando 
parte inseparable de la misma. La Vida, en todas sus manifestaciones es una 
expresión mágica y la liturgia en todas las religiones es asimismo una 
representación mágica u objetiva de los acontecimientos internos relacionados 
con la vida del Espíritu. Se trata de una fórmula invocativa lanzada a los 
éteres del Espacio con respuesta angélica, estando relacionada tal respuesta con 
la calidad de la liturgia o de las ceremonias las cuales, como es natural, 
vendrán condicionadas por la trascendencia de los acontecimientos internos que 
intentan revelarse. No tienen por lo tanto idéntica representación mística o 
espiritual las ceremonias mediante las cuales un candidato es introducido en los 
misterios menores de alguna orden secreta en el mundo externo, como por ejemplo, 
la sociedad masónica o la orden rosacruz o las que se realizan en las distintas 
iglesias del mundo, que las ceremonias realmente ocultas y trascendentes 
mediante las cuales el candidato a la Iniciación es introducido en el "Cuerpo de 
Misterios de la Divinidad", es decir, en los Misterios del Reino tal como 
místicamente se dice. La Ceremonia ejerce en todo momento una potente presión en 
la totalidad del ambiente etérico circundante o en el lugar preciso en donde la 
Iniciación tiene efecto, para evocar así de las entrañas de los éteres la 
correspondiente respuesta angélica, pero hay indudablemente una enorme 
diferencia de potencial invocativo entre las diferentes formas de liturgia. Cada 
iglesia y cada grupo religioso tienen sus peculiares sistemas de contacto 
angélico, aunque se utiliza casi indistintamente la campana como principal 
agente invocativo, pues de todos los instrumentos conocidos es el que más 
acertadamente imita el mántran solar AUM, u OM. Se nos ha explicado 
esotéricamente que los grandes sacerdotes atlantes habían construido las 
primeras
 
 Otro aspecto singularmente interesante e invocativo de la liturgia y de los 
rituales mágicos es la representación del misterio de la Creación a través
del 
Cáliz 
y del 
Verbo, de la Copa sagrada y del Vino. 
Una representación simbólica de la sangre del Cristo en la liturgia cristiana, 
pero que ya antiguamente y con ciertas variantes formaba parte los Misterios 
invocados en el sagrado culto de Mitra. La Sangre, en su significación 
esotérica, es Eter en constante movimiento dentro y fuera de todas las formas de 
la Naturaleza. Luego, la introducción de la Sangre de Cristo en el interior del 
Cáliz sagrado, un hecho histórico atribuido a José de Arimatea, sólo ha de ser 
considerado como una representación simbólica mediante la cual se da vida al 
Misterio de la Eucaristía en muchas órdenes secretas y místicas del mundo, 
teniendo como significado único e incontrovertible la manifestación del 
Espíritu, o del Verbo, en cualquier tipo de Cáliz o de Forma en la Naturaleza, 
sirviendo de vehículo de comunicación de los Ángeles, los alados Mensajeros de 
la Divinidad, que comunican virtualidad y movimiento a la Sangre que llena de 
vida el Universo, es decir, al Eter primordial mediante el cual los Dioses 
creadores pueden comunicarse con los hombres en los dilatados confines de la 
Naturaleza.
 
                  
El "AUM" 
es representativo de misterios menores, corresponde al "HÁGASE LA LUZ" de los 
textos bíblicos y al "AMEN" de los cristianos es expresión de: 
                  
A. El principio mental inferior (Reino 
animal).U. El principio ASTRAL, EMOCIONAL o 
psíquico (Reino vegetal).
 M. El cuerpo físico, que no es un 
principio (Reino mineral).
 
El OM es representativo de MISTERIOS MAYORES por cuanto es expresión de la vida 
espiritual del Alma misteriosa de la Divinidad, oculta pero eternamente presente 
en el centro místico de toda cosa creada, siendo únicamente consciente en el 
hombre y caracterizando al Reino humano. 
Todo 
Cáliz consta indistintamente de 
tres partes principales, prescindiendo 
de los ornamentos accesorios o superficiales que le han ido añadiendo las 
distintas religiones del mundo a medida que iban alejándose de los prístinos 
Misterios originales: 
la BASE, 
el SOPORTE 
y la COPA, 
o parte continente del Verbo, representaciones simbólicas de los vehículos 
físico, emocional y mental de los seres humanos y de los tres primeros Reinos de 
la Naturaleza, el mineral, el vegetal y el animal. El Verbo, o Alma espiritual 
del Creador viene casi indistintamente simbolizado en todos los cultos 
religiosos en forma de un disco de oro, representación genuina del sol, o de la 
hostia sagrada en el sacramento de la Eucaristía cristiana.
 En los primitivos cultos atlantes, cuando todavía las ceremonias contenían altos 
secretos solares, tal era la disposición 
geométrica del Símbolo. La BASE del 
Cáliz era un 
cubo perfecto, el SOPORTE era un
prisma triangular siendo perfectamente 
equilátera la base del mismo y la COPA era una 
semiesfera hueca de puro cristal de 
roca tallado por procedimiento mágico. Encima de esta COPA mística se hallaba 
suspendida mediante un proceso oculto de levitación una 
esfera de oro maciza que ajustaba 
perfectamente en la semiesfera de cristal. 
Este Cáliz se hallaba fijo sobre el altar. 
El Oficiante, habitualmente un Iniciado en los Misterios, se limitaba a entonar 
mántrams a intervalos regulares y a efectuar ciertos movimientos de carácter 
ritualistico o mágico. Durante el curso de la ceremonia y a cierto tipo de 
invocación o de mántram de la que participaban los congregantes, 
la esfera de oro descendía al interior de la COPA 
y se veía entonces brillar ésta con rayos de intenso color áureo. Al mismo 
tiempo, suaves melodías angélicas llenaban el ambiente y el corazón de los 
fieles de un inusitado sentimiento de mística expectación que propiciaba la 
revelación de las altas verdades cósmicas que el Verbo irradiando a través del 
Cáliz estaba revelando. Sin embargo, pasaron aquellos tiempos en que los Ángeles 
formaban parte de los Misterios externos y los santificaban con su inmaculada 
Presencia. En la actualidad no existen fórmulas positivas de contacto angélico 
por cuanto los hombres han perdido la fe interna y los sacerdotes oficiantes 
aquella efectiva gracia producto de una gran evolución espiritual. Los ritos, 
las ceremonias y la liturgia han perdido su sacrosanto poder mágico. Ha pasado 
ya mucho tiempo desde que se perdieron las fórmulas mantrámicas de contacto y 
los Ángeles superiores han dejado de asistir a las ceremonias de las religiones 
organizadas del mundo. El Cáliz es solamente un precioso ornamento externo, 
estético o artístico y una joya de gran valor por la calidad de los materiales 
que lo componen, pero místicamente, desde el ángulo de los Misterios, ha dejado 
de tener significado espiritual y es simplemente una cosa más añadida a las 
otras muchas que en su totalidad constituyen el soporte actual de los rituales 
en las grandes religiones del mundo.
 
 El Misterio de la Iniciación al cual va dedicado nuestro máximo empeño carece de 
ornamentos externos. Su expresión es supremamente vivida y actuante. El 
sacerdote es el Hombre interno, el cual, en aquellos momentos, representa 
místicamente a la humanidad y deposita el Cáliz sagrado de su vida sobre el 
altar del sacrificio personal para que sea llenado por el Verbo de revelación, 
imagen glorificada del Espíritu Santo.
 
 Insistiendo en la 
simbología mágica del Cáliz atlante, 
vemos que la disposición de sus tres elementos constituyentes ofrecían las 
siguientes particularidades:
 
 La BASE CUBICA
 
 Constituida por seis superficies cuadradas, simbolizaba:
 
                  
a) Los Cuatro elementos conocidos: tierra, agua, fuego y aire.b) Los Cuatro vehículos periódicos del hombre: cuerpo físico, vehículo etérico, 
cuerpo emocional y mente inferior.
 c) Los Cuatro Reinos de la Naturaleza: mineral, vegetal, animal y humano.
 d) Los Cuatro puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste.
 e) Las Cuatro fases de la Luna: nueva, creciente, llena y menguante.
 d) Los Cuatro Señores del Karma que utilizan todos aquellos elementos para 
confeccionar el destino de los seres humanos.
 
EL SOPORTE
 
 Un prisma triangular de base equilátera, que se elevaba por encima del 
Cuaternario era la representación simbólica y mística de la Tríada espiritual 
constituida por:
 
                  
a) ATMA, la Voluntad Espiritual de la Mónada.b) BUDHI Su indescriptible Amor incluyente.
 c) MANAS, Su infinita Inteligencia creadora.
 
LA COPA
 
 Una semiesfera de 
Cristal puro que debía contener el 
Verbo, constituía la parte visible del Misterio total que intentaba 
revelarse, ya que sólo es posible 
extender la visión o percepción humana a 180º, es decir, a la mitad de la esfera 
celeste, quedando la otra mitad siempre oculta por la línea transversal del 
Ecuador.
 
 
 LA ESFERA DE ORO
 
 Que constituía el Misterio total de la Divinidad en forma de 
Verbo de Revelación, era el símbolo de 
la 
Mónada espiritual del ser humano y 
durante el curso de la ceremonia y tras la pronunciación de cierto mántram de 
invocación angélica se introducía en el interior de la Copa de cristal 
volviéndola refulgente y permitiendo a los congregantes que durante breves 
instantes su 
visión interna se extendiese en todas 
direcciones abarcando los 360º de la visión total del Misterio. Era también la 
representación simbólica de la 
clarividencia superior mediante la 
cual se percibe en todas direcciones y para la cual no hay ni longitud ni 
latitud, ni arriba ni abajo, ni delante ni detrás, ni izquierda ni derecha...
 
 El símbolo iniciático del Cáliz es la representación genuina de la vida de la 
Naturaleza, siendo el Verbo la expresión de la esencia creadora de la Divinidad 
la cual, a través de los Ángeles, llena de Sangre o de Vida todas las formas o 
cálices que en su totalidad constituyen el Universo manifestado. Igual sentido 
tiene la imagen del 
SANTO GRIAL, cuya Copa de oro 
refulgente era intuida "a distancias inverosímiles", tal como rezan los 
comentarios esotéricos, por las altas individualidades del planeta, siendo una 
cálida demostración de que en su interior moraba el Espíritu de la Divinidad, el 
verdadero sentido de que la sangre es VIDA. Así, los iniciados atlantes, los 
adeptos del Culto de Mitra, los sacerdotes celtas, los 
Caballeros de la Tabla Redonda, los 
esforzados paladines de la Orden de los 
Templarios, los nobles Ismaelitas del 
ISLAM, etc., no eran en su conjunto sino expresiones de la humanidad altamente 
evolucionada que mediante el culto sereno de la "sagrada ofrenda de si mismos", 
eran ayudados y asistidos por los Ángeles. Estos, adoptando muchas veces forma 
humana los conducían a través de ciertas obligadas pruebas iniciáticas al "Castillo", 
a "Avallón" o a la "Isla Blanca" de SHAMBALLA, en donde se halla permanentemente 
la 
Sede del SANTO GRIAL, por cuanto es la
Morada del Señor del Mundo.
 
                  
 
 
                  
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