Bien, estas relaciones merecen un comentario algo más extenso, 
                  habida cuenta que las actividades desarrolladas por cada uno 
                  los tres Centros planetarios están muy íntimamente vinculados 
                  entre sí y constituyen en realidad un solo Centro de expansión 
                  universal. Podríamos decir así que la Jerarquía Espiritual o 
                  Gran Fraternidad, tiene a su cargo el desarrollo del aspecto 
                  alma o conciencia en todos los Reinos de la Naturaleza y que 
                  Devas de todas las jerarquías imaginables cooperan en este 
                  trabajo de infundir Conciencia en la Vida de la Forma. Otra de 
                  las consideraciones a tener en cuenta es que la Vida de 
                  SHAMBALLA lo llena todo y que, por tanto, la actividad de la 
                  Jerarquía espiritual es cualificar esta Vida omniabarcante de 
                  SHAMBALLA de acuerdo con las necesidades de la evolución del 
                  planeta, planeando el futuro de acuerdo con las exigencias del 
                  presente y avizorando las etapas que corresponde actualizar de 
                  acuerdo con la ley cósmica de los ciclos, las corrientes de 
                  energías astrológicas y la evolución alcanzada por cada Reino, 
                  Raza o Especie. He ahí otra trinidad que conviene tener en 
                  cuenta de acuerdo con el principio de analogía, debido a que 
                  de manera muy sutil los Reinos de la Naturaleza en su 
                  totalidad dependen directamente de SHAMBALLA, que las Razas 
                  humanas están conectadas con la obra de la Jerarquía y que 
                  todas las especies vivientes en los Reinos sub-humanos están 
                  misteriosamente enlazados con la vida evolutiva de la 
                  Humanidad. Esta, según se desprende de una profunda y 
                  sostenida investigación de sus móviles más ocultos y 
                  trascendentes, es el centro de la evolución planetaria. Esta 
                  es una razón muy obvia si tenemos en cuenta que la humanidad 
                  es el Cuarto Reino de la Naturaleza y que ocupa el cuarto 
                  lugar en la evolución de un Sistema Septenario como el de 
                  nuestro Universo. Veamos estas relaciones: 
                  
                  a. El Sistema Solar de Cuarto Orden (El Nuestro) 
                  b. El Cuarto Esquema (El Esquema Terrestre) 
                  c. La Cuarta Cadena (de nuestro Esquema Terrestre) 
                  d. La Cuarta Ronda (La Ronda que corresponde a la Encarnación 
                  física de nuestro Logos planetario) 
                  e. El Cuarto planeta de la Cuarta Ronda (nuestro Planeta 
                  Tierra) 
                  f. El Cuarto Reino (el Reino humano) 
                  g. El Cuarto Rayo, de Armonía a través ( que cualifica la 
                  evolución de nuestra del Conflicto humanidad) 
                  h. El Cuaternario Humano (Cuerpo físico, doble etérico, cuerpo 
                  astral y mental inferior 
                  i. El Cuarto Chacra (ANAHATA) (El Corazón, centro de la vida 
                  material y espiritual) 
                  j. La Cuarta Glándula Endocrina (Timo) (Cuya segregación 
                  hormonal en la vida del cuerpo constituye todavía un secreto 
                  esotérico) 
                  
                  
                  En último lugar, y sintetizando todos los posibles 
                  cuaternarios en la vida de la Naturaleza, tenemos a los Cuatro 
                  Señores del Karma, representantes en nuestro planeta de los 
                  Cuatro grandes Maharajáes que rigen el destino de nuestro 
                  Sistema solar. La comprensión de estas relaciones es altamente 
                  necesaria para alcanzar un punto óptimo de clarificación de 
                  las actividades desarrolladas por las Entidades angélicas del 
                  Universo y, muy especialmente, por las de nuestro planeta, en 
                  relación con la obra jerárquica. A este respecto debemos tener 
                  presente que SHAMBALLA se expresa por medio de la Jerarquía y 
                  que la Jerarquía lo hace muy definidamente a través de la 
                  humanidad. El sistema evolutivo de la Tierra funciona 
                  virtualmente como un todo y el proceso, tal como se expresa en 
                  la vida del Universo, va de lo menor a lo mayor y de lo 
                  inferior a lo superior. En el caso que nos ocupa, vemos que 
                  las unidades de vida humana se especializan para ingresar en 
                  las filas de la Jerarquía y que los Miembros de esta Jerarquía 
                  se están preparando para penetrar en el Centro, 
                  extraordinariamente místico, de SHAMBALLA, conteniendo estas 
                  últimas palabras el secreto de la íntima vinculación de los 
                  grandes Adeptos con los excelsos Devas a quienes en páginas 
                  anteriores hemos definido como los Agentes de SHAMBALLA. Con 
                  este término podrían ser definidas también las innumerables 
                  huestes dévicas y jerarquías evolutivas humanas capaces de 
                  resistir, tal como esotéricamente se dice, la Presencia 
                  radiante del Señor del Mundo, SANAT KUMARA. 
                  
                  Los Agentes de SHAMBALLA 
                  
                  Con este término se intenta representar a una nueva Jerarquía 
                  espiritual, cuyas cualidades están mucho más allá y por encima 
                  de la comprensión de los hombres más inteligentes de la 
                  humanidad y del término corrientemente asignado a los Miembros 
                  de la Gran Fraternidad Blanca. Estos Agentes, ya sean de 
                  estirpe dévica o de naturaleza humana, están capacitados para 
                  manejar el Fuego Eléctrico de la Divinidad, el cual es 
                  esencialmente VIDA o ESPIRITU. Trabajan en íntimo contacto con 
                  el Señor del Mundo y con los Angeles directores de la 
                  evolución de los Reinos. Su misión es mantener en 
                  ininterrumpida circulación la corriente de Vida que emana del 
                  gran Corazón Solar espiritual y penetra en cada uno de los 
                  Planos del Universo por medio de los Siete Grandes Arcángeles, 
                  distribuyéndola luego para la absorción y manipulación de los 
                  Angeles regentes de los Reinos. Un tipo especial de 
                  AGNISHVATTAS distribuyen a su vez este Fuego en dirección al 
                  Reino humano desarrollando la mente de los hombres y otros 
                  devas menores, aunque mucho más evolucionados que los 
                  individuos corrientes de la Raza humana, dinamizan la 
                  corriente de vida que incide en las especies de cada uno de 
                  los tres primeros Reinos, utilizando lo que en términos 
                  esotéricos definimos como esencia elemental y abarca la enorme 
                  vastedad de unidades de vida de los Reinos mineral, vegetal y 
                  animal. La labor de los grandes Devas cualificados como 
                  Agentes de SHAMBALLA consiste en introducir el propósito de la 
                  Vida solar en cada una de las unidades de vida de nuestro 
                  esquema terrestre. Constituyen considerables legiones de 
                  Angeles de distintos grados de evolución, pero marcados todos 
                  ellos por la impronta espiritual del Señor del Mundo y llenos 
                  del Designio ígneo del Logos Solar de introducir Su Vida en 
                  cada uno de los seres que viven, se mueven y tienen el ser en 
                  los dilatados confines de Su omniabarcante Esquema evolutivo. 
                  El resultado de sus actividades es la continuidad de la 
                  corriente de Vida circulando por todo el Universo y, 
                  particularizándola, por nuestro esquema planetario. Tal como 
                  dijimos anteriormente, el Centro cualificador de la Vida solar 
                  espiritual de nuestro planeta es el Logos regente del mismo, 
                  encarnado en Aquel esplendente e indescriptible Ser que en los 
                  estudios esotéricos es definido como SANAT KUMARA, o Señor del 
                  Mundo. Este glorioso Ser es el Gobernante absoluto del planeta 
                  Tierra. De EL dependen todos los Centros planetarios y todas 
                  las jerarquías, angélicas y humanas, que realizan su evolución 
                  dentro del formidable esquema terrestre. Sus decisiones 
                  obedecen al Mandato Solar y sólo al Logos de nuestro Universo 
                  ha de rendir cuentas -si así podemos decirlo- de Sus 
                  decisiones y gobierno de nuestro mundo. Las jerarquías 
                  angélicas y humanas que en su totalidad hemos descrito como 
                  los Agentes de SHAMBALLA cumplen sus obligaciones según la 
                  calidad de su rango o estirpe. Forman parte de la sociedad 
                  ultrasecreta que ocultamente llamamos el Concilio de 
                  SHAMBALLA, en donde el Señor del Mundo y Sus Agentes y 
                  Colaboradores terrestres y extraterrestres se reúnen para 
                  examinar conjuntamente los Planes de la Evolución y las 
                  necesidades de fuerza solar para cada ciclo evolutivo 
                  afectando a Reinos, razas y especies. Tales necesidades, 
                  vistas con la percepción ultradimensional de SANAT KUMARA y de 
                  los Agentes místicos de SHAMBALLA, toman la forma de un Plan 
                  organizado, marcando ciertos jalones u objetivos determinados 
                  de acuerdo con el ciclo evolutivo particular del planeta 
                  Tierra y las necesidades de integración con las grandes 
                  Decisiones solares. 
                  
                  Los Impulsores del Plan 
                  
                  La Jerarquía espiritual del planeta está formada asimismo por 
                  unidades de vida angélica y humana a las cuales se las 
                  denomina ocultamente los Grandes Mediadores, ya que su 
                  particular misión si bien difiere en el desarrollo de las 
                  distintas actividades asignadas a hombres y a Devas, coinciden 
                  en el santo propósito de que cada unidad de vida en el seno de 
                  la Naturaleza tome conciencia de su estado y condición y 
                  aprenda a alinearse conscientemente con el grupo mayor del 
                  cual forman parte. Lógicamente, el grupo mayor y más 
                  incluyente para la humanidad será la Jerarquía espiritual o 
                  Gran Fraternidad Blanca y el que corresponde a los tres 
                  primeros Reinos de la Naturaleza, el mineral, el vegetal y el 
                  animal será la humanidad. Existe, en todo caso, una función 
                  mediadora constante en la evolución del Universo, del planeta 
                  o del hombre. Ya en otras partes de este Tratado hicimos 
                  referencia a un ANTAKARANA, o puente de arco iris, por el cual 
                  las unidades de vida de una especie se transportaban a otra 
                  superior, de la misma manera que el ser humano creaba 
                  conscientemente el Antakarana o puente de luz que enlazaba su 
                  yo inferior con el Angel solar en el plano causal. Este puente 
                  de luz tiene carácter universal y constituye el enlace de 
                  todas las unidades de vida de! Sistema solar con el Propósito 
                  de Realización del Logos. Lo único que habrá que añadir aquí 
                  para que la idea aparezca con mayor claridad, es que los 
                  Angeles superiores de la Jerarquía, los cualificados Adeptos 
                  de la misma, trabajan armoniosamente al unísono para construir 
                  este Puente de Unión, que podríamos definir como del Propósito 
                  o Intención de Dios, el Logos, con respecto a la vida de la 
                  Naturaleza que es su campo de expresión. Así, cada Angel y 
                  cada Adepto, utilizando el concurso de miríadas de unidades 
                  dévicas de orden subalterno, infunden la luz del propósito 
                  iluminado en las almas de los seres humanos y de los Reinos 
                  inferiores del planeta y dinamizan o exaltan en la intimidad 
                  de sus vidas el anhelo permanente de perfección. Una infinita 
                  cadena de Luz partiendo del Reino mineral y llegando al ser 
                  humano puede ser percibido así por el investigador esotérico, 
                  atravesando la vida de los Reinos vegetal y animal. Otra 
                  cadena de Luz, todavía mayor y más brillante, se eleva del 
                  Reino humano en dirección a la Jerarquía la Cual ha sido 
                  descrita con mucha justicia el Quinto Reino de la Naturaleza, 
                  el Reino de los Cielos. Esta cadena de luz, encarnando el 
                  propósito de liberación de Dios y el deseo de perfección 
                  humana, llega a su más exaltado grado de sutilización, 
                  cualidad, resplandor y belleza en las fases de evolución 
                  técnicamente definidas como Sendero del Discipulado consciente 
                  y Sendero de la Iniciación, ya que en el devenir de los mismos 
                  las almas humanas penetran conscientemente en los Planes de la 
                  Jerarquía y empiezan a ser participes del Propósito de Dios.
                  
                  
                  El ANTAKARANA, o Puente de Unión, indica siempre relación y 
                  participación, unidad de vida y de conciencia y una eterna 
                  vinculación de Dios con la inmensa estructura de Su Obra, el 
                  Universo. Los Angeles que colaboran en esta labor jerárquica 
                  de creación del Puente y de aceleración del Ritmo de la 
                  conciencia, suelen pertenecer a las especies superiores de las 
                  Entidades Angélicas definidas como AGNISURYAS, aunque hay 
                  también muchos Devas de la categoría de los AGNISHVATTAS y una 
                  considerable hueste de Devas que intervienen conscientemente 
                  en la evolución del aspecto conciencia en la vida de todos los 
                  Reinos, comandando innumerables legiones de devas menores y 
                  elementales de la Naturaleza, excelentemente cualificados para 
                  el arte de la construcción de formas en todos los niveles. 
                  Otro grupo muy especializado de Angeles superiores de la 
                  Jerarquía, trabajan bajo la directa supervisión de los Señores 
                  del Karma para llevar a cabo el Propósito de Liberación del 
                  Logos en cada uno de los Reinos de la Naturaleza. La actividad 
                  particular de cada uno de los Señores del Karma podrán 
                  estudiarla Uds. más adelante, en otros capítulos de este 
                  libro. Interesa, sin embargo, que tengamos muy presente la 
                  vinculación humano-dévica en relación con los Señores del 
                  Karma y la misteriosa relación de los mismos con el 
                  Cuaternario individual, constituido por el cuerpo físico 
                  denso, el vehículo etérico, la naturaleza astral o psíquica y 
                  la mente organizada, con el Cuarto Reino en su totalidad, con 
                  el cuarto planeta de un Sistema de siete mundos, que es 
                  nuestra Tierra, con la evolución del chacra MULADHARA, cuyos 
                  cuatro pétalos son una proyección del karma humano y con el 
                  Cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto que cualifica la 
                  actividad del hombre aquí en este planeta. Los Señores del 
                  Karma son cuatro poderosos Angeles de naturaleza cósmica y Su 
                  intervención en la vida del Universo, del planeta, del hombre 
                  y de todos los seres creados, es otra demostración de la gran 
                  fraternidad humano-dévica a la cual hemos debido hacer mención 
                  en muchas páginas de este Tratado. Como más adelante veremos, 
                  tales son los Señores del Karma: 
                  
                  a. El Angel de la Muerte. 
                  b. El Angel de la Justicia. 
                  c. El Angel de los Registros Akásicos. 
                  d. El Angel de la Liberación. 
                  
                  
                  Son lógicamente también Agentes de SHAMBALLA, pero Su obra, a 
                  igual que la del Señor del Mundo, tiene un Designio Solar y 
                  abarca la grandiosidad infinita del contenido universal, con 
                  sus planos, reinos, humanidades y especies vivientes... 
                  
                  Cada uno de los Señores del Karma tiene bajo Sus órdenes 
                  innumerables huestes de Devas de todos los grados de 
                  evolución, realizando sus actividades de acuerdo a ciertos 
                  propósitos definidos y a la presión de determinados Rayos de 
                  poder, los cuales, a su vez, atraen hacia los Señores del 
                  Karma potentísimas e inexplicables corrientes astrológicas 
                  procedentes del espacio cósmico. Sin embargo, los Impulsores 
                  del Plan dentro del planeta Tierra, Adeptos y Angeles, 
                  constituyen la gran Corporación de las Almas Iluminadas que 
                  dirigen todas las energías universales, la de los Señores del 
                  Karma incluidas, hacia el desarrollo del Alma o de la 
                  Conciencia en la integridad absoluta de los Reinos de la 
                  Naturaleza, de las Razas humanas y de todas las especies que 
                  tienen su vida y su razón de ser en cada uno de los Reinos.
                  
                  
                  La Humanidad, el Centro Místico de todos los Reinos. 
                  
                  Tal como hemos venido diciendo en páginas anteriores, el Reino 
                  humano, el Cuarto dentro de la evolución espiritual de la 
                  Tierra, es el Centro de la vida planetaria, debido 
                  precisamente al número CUATRO que le distingue, personifica y 
                  cualifica en orden a la evolución de la Naturaleza entera. Tal 
                  como decía un Maestro de la Jerarquía en el pasado siglo a un 
                  grupo de discípulos: “La Cadena infinita de la Luz y de los 
                  Conocedores pasa por el Reino humano, como la circulación de 
                  la sangre pasa por el corazón “. La descripción no puede ser 
                  más afirmativa ni más categórica. La función del CUARTO Reino, 
                  el reino humano, es tremendamente importante debido a la 
                  posición que ocupa dentro de un esquema septenario de 
                  evolución universal y cabe preguntarse, después de analizar 
                  críticamente la obra del hombre aquí en la Tierra, si el ser 
                  humano ha respondido plenamente a las exigencias kármicas de 
                  su especial cometido como eje de evolución de los Reinos y, en 
                  caso contrario, determinar cuales han sido las causas de su 
                  aparente fracaso. Bien, no hay que argumentar demasiado sobre 
                  tales extremos, teniendo en cuenta el grado de evolución de 
                  los seres humanos en la presente Cuarta Ronda y sus 
                  dificultades por mantenerse dignamente en el centro de la 
                  evolución planetaria, siguiendo el imperativo del CUARTO Rayo 
                  que cualifica al CUARTO Reino y debe llevarle a la Luz de la 
                  Revelación y de la integración espiritual por medio de las 
                  crisis y las tensiones psicológicas que surgen inevitablemente 
                  del conflicto de la separatividad, del egoísmo del yo y del 
                  apego a las cosas materiales. 
                  
                  El Reino humano, la humanidad en su conjunto, está 
                  evolucionando por fases, por grados o niveles de integración 
                  espiritual y la esperanza de la evolución y del cumplimiento 
                  planetario se halla depositada actualmente en los discípulos 
                  mundiales, los cuales constituyen CUATRO grandes grupos, 
                  conectado cada uno con una jerarquía específica de Devas 
                  AGNISHVATTAS. Veamos: 
                  
                  
                  a. Discípulos en observación o probación. 
                  b. Discípulos aceptados (por haber pasado con éxito las 
                  pruebas exigidas). 
                  c.Discípulos en el Corazón del Maestro (a los que se prepara 
                  para Iniciación). 
                  d. Discípulos Iniciados (que van de la primera a la tercera 
                  Iniciación). 
                  
                  
                  Cada uno de estos CUATRO grupos, se dé o no se dé cuenta de 
                  ello, se halla espiritualmente vinculado con la evolución de 
                  los CUATRO primeros Reinos de la Naturaleza: 
                  
                  a. Los Discípulos Iniciados se hallan especialmente vinculados 
                  con la evolución de los seres humanos de cierto grado de 
                  integración espiritual. 
                  b. Los Discípulos en el Corazón del Maestro colaboran en la 
                  obra de introducir la luz de la conciencia en los seres 
                  humanos de escasa evolución espiritual y en las unidades 
                  superiores de vida animal, o especies más evolucionadas de 
                  este Reino. 
                  c.Los Discípulos Aceptados realizan una idéntica actividad 
                  sobre las unidades de vida del Reino animal menos 
                  evolucionadas. 
                  d. Los Discípulos en Probación perfeccionan, a través de las 
                  disciplinas físicas de sus vidas, las actividades de los 
                  Reinos vegetal y mineral. 
                  
                  
                  La obra de los Señores del Karma en la vida de la Naturaleza 
                  halla a través de estos cuatro grupos y la correspondiente 
                  hueste de Devas afines, unos puntos de contacto para poder 
                  influir en la vida de los Reinos. No es necesario advertir que 
                  cada uno de los grupos de Discípulos es un centro de 
                  inspiración para todos los seres humanos los cuales, en 
                  determinadas fases o períodos de sus vidas, deberán 
                  convertirse a su vez en discípulos en una u otra de las 
                  clasificaciones antes descritas. 
                  
                  Ahora bien, el propósito del Señor del Mundo a través de la 
                  Jerarquía incide en la vida de la humanidad, produciendo un 
                  despertar gradual de la conciencia humana. Esta conciencia, 
                  como Uds. saben, repite en su vida evolutiva los tres aspectos 
                  universales de Vida, Cualidad y Apariencia a través de su 
                  mente organizada, su naturaleza astral y su cuerpo físico. Así 
                  la mente humana deberá ser consciente un día del Centro 
                  místico de SHAMBALLA; la naturaleza astral se convertirá a su 
                  vez en el Amor de la JERARQUIA y el aspecto objetivo o 
                  corporal tendrá que reflejar también en tiempo y espacio la 
                  obra de la Divinidad reflejando perfectamente el Arquetipo de 
                  Belleza de la Creación. Es obvio comentar que en el desarrollo 
                  de esta triple actividad de la conciencia intervendrán tres 
                  tipos específicos de Devas: AGNISCHAITAS (plano físico), 
                  AGNISURYAS (plano astral) y AGNISHVATTAS (plano mental). La 
                  analogía, convenientemente interpretada nos llevará siempre a 
                  inevitables puntos de coincidencia. 
 
                  
                  Los Tres Departamento de Trabajo de la Jerarquía y la Obra 
                  de los Devas 
                  
                  Cada uno de los tres sectores de vida organizada del planeta 
                  en orden a la evolución de la humanidad, técnicamente 
                  definidos como vida material, cualidad emocional y mente 
                  organizada, persigue un Arquetipo de perfección. Tales son 
                  estos Arquetipos: 
                  
                  a. Vida Material. Deberá encarnar el Arquetipo 
                  de Belleza física y el equilibrio perfecto de las funciones 
                  orgánicas. 
                  
                  b. Cualidad Emocional. Deberá reflejar oportunamente el 
                  Arquetipo de Bondad, que es una expresión natural del Amor e 
                  indica desarrollo de la sensibilidad humana. 
                  
                  c.Mente Organizada. Capaz de captar el Arquetipo de Verdad que 
                  se halla presente en el devenir de cada cosa creada y se 
                  manifiesta como Luz e Inspiración. 
                  
                  La resolución humana de estos tres Arquetipos 
                  esenciales que llevan a la perfección, constituyen la obra 
                  particular de tres excelsas Entidades planetarias definidas 
                  esotéricamente: el MANU, el BODHISATTVA y el MAHACHOHAN, cuyo 
                  trabajo en orden a la evolución planetaria se centraliza en 
                  tres esferas muy definidas de contacto:
                  
                  
                  a. El Departamento del MANU 
                  
                  Esta excelsa Entidad planetaria tiene a su cargo la evolución 
                  y desarrollo de las Razas humanas conforme van apareciendo en 
                  la vida del planeta. Puede decirse así que cada Raza, con sus 
                  correspondientes siete subrazas, están a cargo de un MANU. 
                  Tiene bajo sus órdenes un considerable número de Devas 
                  AGNISCHAITAS, con la misión de preparar y construir en materia 
                  etérica el cuerpo físico de cada nueva subraza a la búsqueda 
                  del tipo racial que mejor corresponda a las intenciones y 
                  proyectos del Manú. Una vez que ESTE ha dado el visto bueno 
                  -si podemos decirlo así- a algún Arquetipo racial o subracial, 
                  se le materializa bajo forma física densa utilizando los 
                  correspondientes factores mendelianos más afines, es decir, a 
                  través de cuerpos físicos que de una u otra manera alcanzaron 
                  cierta perfección en belleza y atributos semejantes a aquellos 
                  mediante los cuales el MANU de una Raza trata de expresar una 
                  nueva forma física humana y un más noble carácter racial. 
                  
                  La actividad de los Devas raciales es semejante, aunque en una 
                  escala superior a la de los elementales que edad tras edad y 
                  ciclo tras ciclo construyen los cuerpos físicos de los seres 
                  humanos, sin embargo, su trabajo es eminentemente selectivo y 
                  deben construir nuevos compuestos moleculares más sutiles, a 
                  medida que avanza la evolución espiritual y el alma humana 
                  exige cuerpos físicos cada vez más refinados, complejos y 
                  mejor organizados. Desde el ángulo esotérico, los Devas 
                  raciales son mucho más evolucionados que los Devas 
                  constructores de los vehículos físicos de los seres humanos ya 
                  que, en orden al proceso general de la evolución humana, 
                  tienen asignada la tarea de construir los Arquetipos que 
                  constituyen la Meta de perfección para cada Raza y para cada 
                  subraza. 
                  
                  Estos Devas, AGNISCHAITAS, trabajan bajo las órdenes 
                  inmediatas del MANU de la Raza, siendo siete las Razas humanas 
                  que han de aparecer durante el proceso de evolución de un 
                  planeta y varios los MANUS, o Señores raciales que, en la vida 
                  de la humanidad deberán dar cumplimiento al Plan general del 
                  Creador. Es obvio, también, que el destino de una Raza y la 
                  programación de sus naturales atributos, es una obra 
                  genuinamente espiritual cuyos planes y propósitos están en la 
                  mente de los MANUS, siendo virtualmente Su cometido idear el 
                  Arquetipo final de una Raza y preparar a tal fin siete 
                  Arquetipos menores, los cuales vendrán a ser como peldaños de 
                  la Gran Escalera que conduce al esplendor definitivo de 
                  aquella Raza, con la expresión física que representa el 
                  Arquetipo racial plenamente constituido y desarrollado. 
                  
                  Es lógico pensar también, después de las afirmaciones 
                  anteriores, que habrá un grupo específico de Devas de alta 
                  evolución espiritual trabajando directamente bajo la dirección 
                  del MANU, cuyo trabajo consiste en preparar en materia etérica 
                  los diseños del Arquetipo racial tal como los planea el Señor 
                  de la Raza y siete los grupos de Devas constructores, asimismo 
                  muy evolucionados, que construyen en materia más densa, sólida 
                  o substancial los diseños o bocetos que someten a su 
                  consideración los Devas que trabajan con los Arquetipos 
                  ideados por el MANU de la Raza. Hay que reconocer asimismo que 
                  la obra de los Devas raciales en sus múltiples divisiones, se 
                  verá recompensada en cada nueva edad y en cada nuevo ciclo de 
                  vida por la experiencia vital del MANU y de los Devas de las 
                  Razas precedentes, cuya memoria permanente registrada en los 
                  éteres akásicos permite corregir fallos, construir nuevos 
                  compuestos moleculares e imprimir más sensibilidad a las 
                  células corporales de los vehículos físicos anteriores, 
                  preparando así el luminoso camino del Arquetipo racial de la 
                  séptima subraza de la Séptima Raza que aparecerá sobre la 
                  Tierra representando en cuerpo físico y bajo apariencia 
                  objetiva la gracia, belleza y armonía de una suprema Decisión 
                  solar. 
 
                  
                  b. El Departamento del BODHISATTVA 
                  
                  De la misma manera que el MANU de una Raza debe idear el 
                  Arquetipo racial o físico que le corresponde, así el 
                  BODHISATTVA, o Señor de las Almas Iluminadas, tal como se le 
                  describe en lenguaje místico, tiene la misión de infundir luz, 
                  amor y comprensión en las unidades de vida humana que 
                  constituyen el Cuarto Reino. Su trabajo, visto desde el ángulo 
                  esotérico, constituye el eje del proceso evolutivo pues debe 
                  desarrollar la simiente del Espíritu en todas las almas y 
                  dotarlas del impulso interno mediante el cual se elevarán 
                  gradualmente de la materia más densa al más elevado espíritu 
                  creador. Para lograr tal fin estimula la creación de todos los 
                  sistemas religiosos, educacionales y artísticos cuya finalidad 
                  sea el desenvolvimiento espiritual del alma humana y su 
                  acercamiento al Corazón de la Divinidad presente en todas y 
                  cada una de las cosas creadas. 
                  
                  El BODHISATTVA trabaja con diversas jerarquías de Angeles 
                  AGNISURYAS con objeto de purificar los deseos materiales de 
                  los seres humanos y convertirlos en aspiración superior. Así, 
                  de la misma forma que el Señor MANU trabaja específicamente 
                  con los cuerpos físicos y etéricos de los hombres, el 
                  BODHISATTVA lo hace con sus vehículos emocionales, siendo el 
                  objetivo final de todo Su trabajo desarrollar en el corazón de 
                  la humanidad el principio básico del Amor, con sus 
                  inseparables aspectos de bondad, compasión y justicia. Se 
                  espera, al final de la presente Cuarta Ronda, que el principio 
                  crístico del Amor del cual es Custodio el Señor BODHISATTVA, 
                  esté tan desarrollado en una gran mayoría de la humanidad, que 
                  justifique la entrada en la vida del planeta de una nueva y 
                  más abundante Vida, símbolo de perfección humana y esperanza 
                  suprema de la Jerarquía espiritual de nuestro mundo. 
                  
                  Al igual que ocurre con la obra del Señor MANU, la tarea 
                  asignada al Señor BODHISATTVA mueve a la acción a siete 
                  categorías de Devas en los distintos subplanos del Plano 
                  astral, comandados por esplendentes Angeles AGNISURYAS, 
                  teniendo como meta de sus actividades la dignificación del 
                  alma humana y el contacto espiritual con los excelsos y 
                  misteriosos Devas del Plano búdico, cuyas Vidas están llenas 
                  de Amor por todo lo creado y son los impulsores en la vida 
                  planetaria de la llama infinita de la Gran Fraternidad 
                  Cósmica, de la cual nuestro Logos Solar es uno de los grandes 
                  exponentes en virtud del Segundo Rayo de Amor que cualifica Su 
                  Vida radiante y del cual surgen Sus infinitas e 
                  indescriptibles creaciones. 
 
                  
                  c. El Departamento del MAHACHOHAN 
                  
                  Al Señor MAHACHOHAN se le define también como El Señor de la 
                  Civilización y puede decirse que es la Entidad planetaria a 
                  cuyas órdenes trabaja mayor cantidad de Devas. Tiene a su 
                  cargo el desarrollo de la inteligencia en el alma humana y 
                  para llevar a cabo Sus planes y proyectos en orden a la total 
                  evolución de la humanidad, ejerce asimismo autoridad sobre los 
                  Departamentos mundiales de la Ciencia, del Arte, de las 
                  Religiones organizadas y del Aspecto Mágico de todo ritual, 
                  ceremonia o liturgia con objeto de conectar a los seres 
                  humanos con el Reino angélico y con su aspecto espiritual más 
                  trascendente. A igual que el MANU y el BODHISATTVA, el 
                  MAHACHOHAN ejerce poder sobre numerosísimas huestes y 
                  jerarquías dévicas realizando su evolución en uno u otro de 
                  los siete subplanos del Plano mental, en un intento supremo de 
                  realzar la inteligencia humana y elevarla a las cumbres del 
                  propósito espiritual más elevado, convertir al hombre en un 
                  perfecto Conocedor, en una semilla fértil dentro de los áridos 
                  desiertos del mundo, con capacidades despiertas para crear en 
                  los niveles mentales situaciones nuevas y más apropiadas para 
                  el desarrollo de la cultura de la Raza y la expresión sublime 
                  de un tipo de civilización que provea a las necesidades de 
                  evolución espiritual de todos los seres humanos. El trabajo 
                  específico de los Devas que trabajan bajo las órdenes del 
                  MAHACHOHAN es dotar a las almas de los hombres de luz e 
                  inteligencia para que puedan captar el significado íntimo del 
                  Amor y desarrollar planes tendientes a hacerlo objetivo y 
                  revelador en el devenir de las relaciones sociales. 
                  
                  Los Angeles AGNISHVATTAS de la mente superior, en 
                  multiplicidad de huestes, jerarquías y funciones, cooperan con 
                  el Señor de la Civilización en la obra de hacer comprensible 
                  el Plan de Dios en las mentes de los hombres. Sus actividades 
                  son increíblemente diversas, pues por la calidad de sus 
                  respectivas misiones han de introducir luz en todas las áreas 
                  de la vida organizada de la humanidad, estimulando el germen 
                  de la inteligencia latente en el cerebro de los seres humanos 
                  y acelerando el proceso de iluminación espiritual, con el 
                  consiguiente resultado del desarrollo de la mente y el gradual 
                  acercamiento al supremo Manantial de Luz de donde surge la 
                  energía que cualifica al aspecto inteligencia en la vida de 
                  todo lo creado. 
                  
                  Resulta evidente, pues, de acuerdo con todo cuanto acabamos de 
                  decir, que Devas de todas las jerarquías dentro de los tres 
                  grupos principales que trabajan en estrecho contacto con la 
                  humanidad, es decir, de los AGNISCHAITAS, los AGNISURYAS y los 
                  AGNISHVATTAS, actúan conjuntada y muy estrechamente para 
                  producir el HOMBRE NUEVO al cual hizo referencia el Iniciado 
                  Pablo de Tarso. Las leyes infinitas de la evolución gravitando 
                  sobre todo lo creado, y muy especialmente sobre la humanidad, 
                  han hecho posible el acercamiento dévico al mundo de los 
                  hombres. Las incontables legiones de Devas de distinta 
                  evolución, especialidad, hueste o jerarquía, han dotado a la 
                  Naturaleza de todos sus maravillosos encantos. Sin embargo, la 
                  obra más bella e infinitamente más importante dentro de la 
                  evolución cíclica de los Reinos, la Humanidad, se halla 
                  todavía en sus primeras fases de desarrollo espiritual y los 
                  Arquetipos de Verdad, Bondad y Belleza, que deben ser 
                  revelados en virtud del trabajo particular de los Grandes 
                  Señores Planetarios, el MANU, el BODHISATTVA y el MAHACHOHAN, 
                  están todavía en proceso de estructuración. Según se nos dice 
                  ocultamente los Ojos del Logos Solar están fijos sobre la 
                  Tierra, ya que debido al lugar que el esquema terrestre ocupa 
                  dentro del Sistema universal, es muy importante que este 
                  pequeño planeta en donde vivimos, nos movemos y tenemos el 
                  ser, se alinee definidamente con los Planes del Gran Señor 
                  Solar y aprenda la trascendente lección del acercamiento 
                  cósmico, cuyo recuerdo intuitivo se halla oculto en el corazón 
                  de todo ser humano y constituye el anclaje perenne de la Vida 
                  de Dios en la vida mística de la humanidad.